«¡Un Dios que se hace hombre!… Es preciso, no cabe duda, que nuestra alma sea algo muy grande cuando los Cielos y la tierra se conmuevan, y todo un Dios viene a hacerse niño precisamente por mí» [Don Bosco, MBe X, Pág. 954]
Que el Niño Dios que nos nace en una humilde gruta de Belén llene nuestros corazones de felicidad y conceda a todos los pueblos la tan necesitada paz; que sea consuelo para los que sufren penalidades y aliento para los que quieren ser auxilio en las dificultades.
«No temáis, os traigo una buena noticia: hoy os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor.» (Lc 2, 10-11)
¡Feliz Navidad!