Las imágenes de Santa María Magdalena, Santa María Cleofás y Santa María Salomé completan el Misterio Titular de la Hermandad y fueron realizadas todas por Manuel Carmona Martínez. La primera bendecida en la Cuaresma de 1991 y las dos restantes en la Cuaresma de 1995.
Representa el momento evangélico en el cual Jesús entrega a su Madre al discípulo amado, Juan.
La disposición de los figurantes en torno a la cruz se debe a un estudio de los volúmenes y de la colocación, pues crea a cada lado del trono grupos de figurantes, dejando visible al crucificado situando a los pies de la cruz la figura de María Magdalena.
El aspecto teatral queda totalmente concebido y visible, tanto en el crucificado como en los demás componentes del misterio, Dota al Cristo de las Penas de una marcada musculatura, creando diferentes volúmenes.
María Salome, María Cleofás, María Magdalena la que tanto amó, la que derramó el perfume en estos casi muñones; San Juan, el discípulo más querido, el que reclinó la cabeza en su hombro, el que después se transformará en vidente y en misterio; María la Madre.